DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 12, 38 – 44
En aquel tiempo, Jesús, instruyendo al gentío, les decía:
«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con
amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas,
buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros
puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas
y aparentan hacer largas oraciones. Esos recibirán una
condenación más rigurosa».
Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo,
observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos
echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos
monedillas, es decir, un cuadrante.
Llamando a sus discípulos, les dijo:
«En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el
arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han
echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad,
ha echado todo lo que tenía para vivir».