30 de enero. Domingo 4º tiempo ordinario – Ciclo C (Lucas 4, 21-30)

Comentario:

            Te nombré profeta de los gentiles.

            Jesús, como Elías y Eliseo, no es enviado sólo a los judíos.

Entre la 1ª lectura y el Evangelio hay un paralelismo: la vocación de Jeremías y la de Jesús.

1. La figura del profeta. (1ª Lectura)

            Contexto: Jeremías está situado en el año 623 a. de C. en tiempos del Rey Josías.

            1º El profeta es un hombre de Dios que habla en nombre de Dios.

            a) HOMBRE DE DIOS: Llamado por Dios. «Antes de formarte en el vientre materno te escogí, antes de que salieras del seno te consagré«. La vocación, la llamada, la iniciativa es de Dios, no del profeta.

            b) Para una misión: Hablar en nombre de Dios, no sólo a los judíos, sino a todos los hombres. «Te nombré profeta de los gentiles«.

            En el caso de Jeremías va a ser más un profeta para denunciar ante Josías las injusticias, cantar la verdad a los poderosos, que un profeta de salvación, aunque le tocará forjar las esperanzas de un pueblo.

            2º Jeremías se asusta ante la tarea encomendada. Esta misión produce miedo, es dura, echa para atrás; como a Moisés (Ex 4,10) cuando se le encomienda ir al Faraón para que libere a su pueblo de la opresión de los egipcios.

            Jeremías ante su debate interno, entre querer decir lo agradable, y tener que comunicar lo que repugna, no se puede refugiar en la timidez.

            3ª Ante el grito de angustia, el Señor le garantiza su auxilio. Su palabra es palabra  de Dios. Hablará en nombre de Dios.

            La gran paradoja de Jeremías es que, al hablar en nombre de Dios, su palabra es poderosa, pero al no poder forzar a nadie a la fe y a la obediencia, es a la vez impotente.

            En la promesa divina sólo se le garantiza el triunfo final; para nada se le habla de triunfalismos y éxitos inmediatos y rotundos. Por eso su camino será arduo y difícil, lleno de espinas… sufrirá y será perseguido.

2. El rechazo del profeta (Evangelio)

            Jesús es profeta y más que profeta, es el Hijo de Dios. Y como todo profeta, es rechazado por su pueblo, por los suyos, a pesar del mensaje de liberación que trae.

            a) No admiten que el Reino de Dios que esperaban los judíos con tanto anhelo y deseo, sea «el mismo Jesús en Persona«. ¿Pero no es éste, el hijo de José el carpintero? Era imposible pensar que él fuera un profeta y algo más: el Hijo de Dios.

            1. El aceptar a Jesús como Hijo de Dios les obligaba a tomar postura y a convertirse. No se trata de optar por un Dios que está en los cielos, lejano, o un Mesías futuro, sino por un profeta que ha salido de entre nosotros y nos echa en cara unos pecados concretos y nos indica un camino concreto a seguir.

            2. La segunda causa por la que rechazan a Jesús es por abrir su mensaje a todos, a toda la humanidad, judíos y gentiles como vemos en el ejemplo que Jesús les pone con la viuda de Sarepta en tiempos de Elías o de Naamán el sirio, en tiempos de Eliseo.

            El decir que en el reino de los Cielos nos precederán los pobres, prostitutas, etc. le costará la muerte a Jesús. Para los judíos el ser rico, gozar de buena salud y tener abundancia de hijos, era signo de la bendición de Dios. El estar enfermo, ser pobre y no tener descendencia, era signo de la maldición de Dios. Jesús cambia estos criterios por lo que, no sólo no le pueden ver, sino que le perseguirán a muerte. Además, si le siguen deben convertirse y cambiar, y no están dispuestos a hacerlo.

            Los judíos son celosos de su Mesianismo y le quieren en exclusiva.

            En este evangelio está contenido, en resumen, lo que va a ser el futuro y la vida de Jesús. Aunque es rechazado por los suyos y sacado fuera del pueblo con intención de despeñarlo por un barranco, Jesús se abrió paso entre ellos.

3. El mejor camino: EL AMOR.

Este texto, el himno a la caridad, es de los más bellos de la Biblia, y de los más comentados.

Pablo, después de hablar de la diversidad de carismas, nos habla de un denominador común a todos ellos: el AMOR.

El hombre necesita un camino por el que andar en su vida, y no perderse en encrucijadas o en idas y venidas. Pablo nos presenta, de una manera maravillosa, el mejor camino.

Frente al camino del poder, el placer, el dominar, el tener, el dinero o el saber, …. Pablo nos habla del camino del AMAR. NO NECESITAMOS AMOR, SINO AMAR.

El amor podemos resumirlo en diez puntos:

No AMA el que es: posesivo, orgulloso, voluble, envidioso, rencoroso, infiel, maleducado, injusto, irascible, vanidoso, egoísta.

AMA el que es:paciente, comprensivo, generoso, humilde, alegre, servicial, respetuoso, solidario, misericordioso, inmortal.

Podríamos añadir:gratuito, veraz, confiado, incondicional, … y todo esto “sin límites”. Esta ruptura de medidas, es lo más característico del amor cristiano. Así es el amor de Dios.

Esta definición o descripción del amor, la podemos ver realizada y personificada en Jesucristo. Como en el caso de las Bienaventuranzas, que son un retrato de Jesucristo.

El amor es lo único que permanecerá para siempre.

Esta afirmación la podemos experimentar en nuestros seres queridos que han fallecido. ¿Qué nos queda de ellos? Lo que nos han amado, su generosidad, el cariño, el tiempo que nos dedicaron cuando los necesitamos, etc.

3.1. La rectitud de intención es el tema clásico en la espiritualidad cristiana que nos cuestiona esta segunda lectura. Así, nos podemos preguntar: ¿Por qué hago yo las cosas?, ¿con qué intención? ¿Por amor o porque me vean, por quedar bien, ganar puntos, hacer la pelota, asegurarme el puesto de trabajo, trepar en mi escalafón?

Hoy me pregunto:

1. ¿Descubro en los que viven a mi alrededor profetas: «hombres de Dios que me hablan en su nombre«?

2. ¿Cómo anuncio la «buena nueva» a los gentiles?, ¿Cómo me acerco a los que no creen o no practican o pasan de todo o se ríen de mí?

3. El control de calidad de mi vida es el AMOR. ¿Cuál es la intención con la que hago las cosas? ¿Por qué estudio, hago voluntariado, colaboro en la parroquia? Por amor, porque se lleva, por pasar factura, porque si no me aburro, porque están mis amigos…

  • Una Idea: Jesús anuncia la salvación para toda la humanidad
  • Una imagen: Jesús en la sinagoga de Nazaret.
  • Un afecto: Pena por Jesús por el desprecio de los suyos.

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